CAÍN Y ABEL EN EL SIGLO XXI
En el capítulo cuatro del libro de Génesis, encontramos una triste historia:
La primera familia humana, ya caída de la gracia de Dios y expulsada del paraíso, se encuentra dividida y los malos atacan a los buenos hasta quitarles la vida.
Lo mismo ocurre hoy.
En todos los rincones de la tierra, los malos se imponen con su violencia y destruyen a los inocentes.
Éste es nuestro punto de vista, pero muchos de los que nosotros llamamos buenos, realmente no lo son tanto.
Entonces tenemos que cambiar los términos, buenos y malos por los de violentos y víctimas o poderosos y débiles.
La Biblia afirma en Romanos 3: 23 que "por cuanto todos pecamos, todos estamos destituidos de la gloria de Dios".
Pero hay esperanza si acudimos arrepentidos ante Dios y por medio de la fe en la obra de Jesucristo, recibimos la salvación.
Juan 3: 16, Juan 1: 12.Efesios 2: 8,9.
Aunque la lucha entre el bien y el mal continúa en este momento y aparentemente siempre ganan los malos, la realidad no es esa.
En el salmo 73, el gran profeta Asaf, nos cuenta que él tuvo las mismas inquietudes que nosotros tenemos hoy, pero que el Señor le reveló que los malos sí serán castigados y que los que decidimos seguir el camino correcto recibiremos la verdadera recompensa que tiene valor eterno.
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