LA FIRMEZA DE LA PALABRA

LA FIRMEZA DE LA PALABRA

De la misma forma como Dios no da muchas explicaciones acerca de lo que Él hace, de igual modo, Él espera que lo que  dice en Su Palabra, sea creído y obedecido sin tantos argumentos y sin pruebas ni más explicaciones.
La Creación,
los milagros,
Jesús, como personaje único y la obra de redención que Él vino a cumplir, no se relatan de manera  que parezca creíble. Simplemente, La Palabra lo afirma.
Para los que le buscan explicación a todo y para todo piden pruebas, esto no debe parecerles muy agradable. Pero no nos olvidemos que en esto consiste la verdadera fe: en creer aunque no comprendamos todo como quisiéramos y aunque las evidencias nos parezcan incompletas.

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