¡NO HUBO QUIÉN!

¡NO HUBO QUIÉN!

Ezequiel 22:30, 31.

"Yo busqué en vano alguien que fuera justo y pudiera interceder a favor de la ciudad, que sirviera
como su protector, quien pudiera colocarse en la brecha y defenderte de mis justos ataques, pero no encontré a nadie.
Por tanto el Señor Dios dice:
Yo derramaré mi cólera sobre ti,
Te destruiré con el poder de mi cólera.
Yo he acumulado sobre ti el castigo que ahora recibirás."
(Versión, la Biblia al día)
Jerusalén fue destruida porque no tenía dolientes ni vivían justos en ella.
Hoy, usted y yo, podemos ser los justos, redimidos por el amor y el poder de Dios, que nos paremos en la brecha para evitar la ruina de nuestras familias y de nuestra nación.

Comentarios