¿DE VERDAD ERES ATEO?
Analiza los motivos que controlan tus acciones.
¿Qué amas y qué odias?
Te diré algo duro:
Tú rechazas a Jesucristo porque tus pecados evidentes u ocultos te tienen prisionero.
Detrás del pecado está el diablo, así que eres esclavo del diablo, aunque digas que no crees ni en el uno ni en el otro.
No hay excusa que valga para defender tus pecados
y negarte a rendirte a los pies de Jesucristo
Pero no todo son malas noticias. Dios ese ser que rechazas y ofendes, aún te extiende su oferta de perdón y de amor. Quizás te quede poco tiempo. Recíbelo como tu Señor y Salvador y encontrarás sentido para tu vida y la eterna felicidad, será para tí una realidad y no una utopía.
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