DIOS NO OBLIGA A NADIE
El precio de la libertad o libre albedrío es que Dios no obliga, él facilita las oportunidades pero puede darse el caso de que el proceso tarde años, o de que jamás se realice.
Podemos pedirle a Dios que:
Libre a alguien de tentaciones.
Que le dé la oportunidad de arrepentirse.
Que se revele a él.
Pero...
No podemos pedirle a Dios que obligue a alguien, en contra de su voluntad, a arrodillarse delante de Él o que confíe en Él.
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