¿POR QUÉ LEGALIZAN LAS ABERRACIONES?
Como una terrible maldición los países, empezando por los supuestamente más civilizados, admiten la fornicación, el homosexualismo, la pedofilia y casi todos los pecados sexuales como si fuesen totalmente normales.
Y horror de horrores: para "la gran sociedad" y para sus legisladores, quien defienda la moralidad, la santidad y las buenas costumbres es retrógrado
y digno de ser encerrado en un manicomio.
Es por esto que el juicio de Dios se aproxima a pasos agigantados porque como en los días de Sodoma y Gomorra, Dios ya no tolera más este sin número de aberraciones.
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