EL CULTO QUE DIOS ACEPTA
Cuando David fué rey de Israel, se dio el fenómeno más grande en la organización de música y canto. David era músico, cantante y poeta, muchos salmos fueron compuestos por David y por Asaf, su director de música.
El Salmo 150 nos presenta una sinfónica con mucha expresión, con alto volumen y con mucho gozo.
Algunos prefieren un fondo musical suave, y también es válido.
La clave para que Dios acepte lo que le ofrecemos, sea dinero, tiempo, cantos, música, danzas o cualquier expresión o representación artística es que se haga con santidad, con espíritu reverente, humilde, devoto, en ningún momento buscando reconocimiento personal o exhibición.
Siempre, buscando la gloria de Dios.
Si se hace para que los demás humanos nos aplaudan o nos aprueben no será mucho lo que llegue al trono de Dios.
Comentarios
Publicar un comentario