SIEMPRE BIENVENIDO
SALMO 23: 5.
Mi copa está rebosando.
En nuestra cultura no entendemos esta frase:
En los tiempos de David, el rey de Israel, cuando alguien era invitado a algún banquete, mientras el anfitrión consideraba que podía seguir atendiendo al visitante dignamente, llenaba su copa cada que ésta bajaba de nivel.
Cuando la copa se terminaba y el anfitrión no la llenaba, era hora de terminar la visita.
En el cuadro que se describe en el Salmo 23, somos siempre bienvenidos para Dios.
Él como pastor, nos cuida, nos unge con aceite, nos da pastos frescos, buen agua, y no se aburre con nosotros.
Aún en las peores crisis, en esos valles de sombra de muerte, allí esta listo a fortalecernos, El es el Pastor ideal.
Así como Él es feliz cuando nos alimenta, nos cura y nos libra, estemos felices, y de buen ánimo para hacer lo que a Él le agrada y disfrutemos de su compañía.
Comentarios
Publicar un comentario