AUTORIDAD, LIBERACIÓN Y MILAGROS
Los apóstoles revestidos del poder del Espíritu Santo, invocaban a Dios para milagros y para liberaciones, sin tanto verborreo porque en ellos vivía el Santo Espíritu de Dios y había autoridad porque eran modelos de santidad.
Pablo:
Hechos 16: 18.
"Te mando en el nombre de Jesucristo que salgas de ella".
Pedro:
Hechos 3: 6.
"En el nombre de Jesucristo de Nazaret: ¡Levántate y anda!".
Hechos 9: 34.
"Eneas, Jesucristo te sana, levántate y anda".
Hechos 10: 40.
"Pedro se puso de rodillas y oró. Se volvió al cuerpo y dijo: Tabita, levántate".
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