NO SE QUEDE PASIVO, ¡ATAQUE!
En 1 Samuel 14: 6, 7, leemos que, Jonatán, el hijo del rey Saúl, y su escudero, creyeron que Dios les daría la victoria, y se convirtieron en protagonistas porque renunciaron al miedo.
Dios espera hoy, que tomemos la iniciativa para darnos su fortaleza, y liberarnos de toda opresión.
Tenemos que atacar al enemigo en su propio búnker, sin ningún temor. Recordemos que para esto vino Jesucristo, para deshacer las obras del diablo.1 Juan 3: 8.
Nuestros enemigos actuales son: Satanás y sus demonios, los incrédulos y los creyentes "infiltrados" que están en las iglesias con el fin de hacer daño.
La inactividad de la iglesia ante el avance de la obra satánica, con sus actos de violencia, corrupción, contaminación y muerte, entristecen mucho al Padre , al Hijo y al Espíritu Santo. Quien no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio. 2 Timoteo 1: 7, 8.
Y como soldados del Reino, nuestras armas son poderosas en Dios para destruir fortalezas. 2 Corintios 10: 5.
En Marcos 16: 17, Jesús nos autoriza para echar fuera a los demonios.
Solo es cuestión de fe y de obediencia, porque mayor es el que está en nosotros (Jesús) que el que está en el mundo (el diablo). 1 Juan 4: 4.
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