¿PRETENDES ENGAÑAR A DIOS?
En el Salmo 50, Dios le dice a su pueblo Israel que no trate de comprarlo con sacrificios de animales, (versículo 9).
Que si Él tiene hambre no necesita pedir alimento a los humanos, pues de Él es el mundo y su plenitud,(verso 12).
Antes de recibir regalos, Dios mira la conducta del adorador.
En los versos 16 y siguientes dice el Señor: Pero al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que hablar de mis leyes, que tomar mi pacto en tu boca?, pues tu aborreces la corrección, y hechas a tu espalda mis palabras, si veías al ladrón corrías con él, y con los adúlteros era tu parte. Tu boca metías en mal y tu lengua componía engaño...
Los versos 22 y 23 continúan: Entiendan ahora esto; los que se olvidan de Dios, no sea que los despedace y no haya quien los libre.
Él que sacrifica alabanza me honrará; al que ordenare su camino le mostraré la salvación de Dios.
Haga al derecho las cosas, santifíquese con la sangre de Jesús, el CORDERO PERFECTO, aborrezca el pecado y luego sí contribuya para el reino de Dios. Si piensa que puede comprar a Dios con regalos y seguir pecando, sólo se engaña a usted mismo, desperdicia su dinero, y sigue en maldición.
Ordene su camino y camine en bendición.
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