¿REALMENTE, HABLAS EN NOMBRE DE DIOS?

¿REALMENTE HABLAS EN NOMBRE DE DIOS?

Decir que se habla en nombre de Dios es una afirmación imponente.

Neil Bacox, pastoreaba una iglesia de Illinois, EE.UU., que creía que Dios estaba hablando a través de creyentes, en la profecía moderna. De hecho, procuró el don, y creía que Dios estaba hablando a través de él y de otros en diferentes momentos para edificar el grupo de creyentes locales. Pero entonces, escribe Babcox: "Lo que había empezado como una especulación romántica, una búsqueda idealista de dones espirituales, estaba cambiando lenta e imperceptiblemente. ¿En qué? No estoy seguro. Todo lo que sabía era que la emoción y el romance de profetizar se estaban convirtiendo en una incómoda sensación, tanto que a las profecías que escuchaba, incluyendo las mías, apenas se les podía llamar profecías. La idea de que eran palabras del Dios vivo estaba empezando a parecer dolorosamente absurda" (A Search for Charismatic Reality, Multnomah Press, 1985, p. 52).
Luego Babcox dice: "En mi caso, cuatro simples palabras desempeñaron un papel decisivo para cambiar mi corazón:<<Así dice el Señor>>. Para mí, esas fueron las palabras más perturbadoras... No podía evitar pensar que si las profecías que se daban en nuestra iglesia se relacionaban realmente con las profecías registradas en las Escrituras, eran parientes muy lejanos... ¿Qué evidencia había de que no estábamos siguiendo simplemente nuestros propios espíritus en vez del Espíritu de Dios? No pude encontrar evidencia alguna en la Biblia de que las profecías se comunicaran por mera intuición o impresiones subjetivas. No obstante, en casi todos los casos, así era como recibíamos las nuestras. Y esas impresiones e intuiciones no podían ser autenticadas de ninguna forma objetiva" (Ibid., pp. 53-55).

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