TRANSFORMADOS PARA IR AL CIELO
El cambio profundo y radical, ocurrido en las personas que hemos tenido un encuentro personal con Cristo, es la evidencia más convincente y conmovedora que pueda existir.
Sin tratamientos de ninguna clase, de manera milagrosa y real, las personas dejamos de concentrarnos en nosotros para mirar a los demás ya no con fines egoístas sino para amarlos con el amor de Dios y para ayudarlos; y dejamos de planear maldades en contra de los demás y en cambio procuramos su bien hasta el punto del sacrificio.
A partir de ese momento, sólo queremos agradar al Señor y hacer algo bueno por todos los seres humanos, empezando por los familiares y vecinos y después continuamos predicando y haciendo el bien a todos los que más podamos, hasta los confines de la Tierra.
¡Alabado sea el Señor por estos medios de comunicación, que nos permiten llegar a muchas personas, con el mensaje de esperanza de una salvación efectiva y real!
Tenemos la claridad, y la compartimos con ustedes, de que todo lo que hacemos, no es para obtener y merecer la salvación, porque sabemos que ya fue
comprada por Cristo, sino como agradecimiento y amor por nuestro Padre Celestial y porque ahora que Cristo vive en nosotros, hacemos lo que Él nos enseña en su Palabra, con mucha alegría y no como una carga.
¿Habrá una prueba más grande
para demostrar que nuestro Dios es el Dios verdadero y Todopoderoso para quien los imposibles no existen?
Comentarios
Publicar un comentario