RECONCILIACIÓN CON DIOS
Juan 8:11.
"Tampoco yo te condeno.
Ahora vete y no vuelvas a pecar."
Convertirse quiere decir dejar de hacer lo que Dios estipula como malo y
a la vez significa empezar ha hacer el bien que hasta hoy no hemos
hecho por causa de nuestro egoísmo.
Desde el momento en el cual decidimos obedecer y amar a Dios y a las
demás personas, ya no debemos ofenderles, antes por el contrario,
nuestro máximo esfuerzo debe estar dirigido a ganar el mundo para
Cristo, predicando y haciendo lo que es correcto, sabio y santo.
La reconciliación plena con Dios y con el prójimo es plenamente efectiva
solo cuando renunciamos por completo a vivir en pecado y nos
concentramos en hacer el bien.
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